Namasté a la tierra de Buda, la nación del Himalaya. Este lugar es como el chackra del corazón, pero dentro del planeta. Un punto de energía donde yacen 8 de las 10 montañas más altas del mundo, entre estas, el Monte Everest. Sí, hablamos de Nepal. Un país que sabe a cielo.
Entre la India y la Región Autónoma del Tíbet, está el techo del mundo, un lugar donde se inhala montañas y se exhala montañas, no tiene salida al mar. Su capital es Katmandú, una ciudad tan espiritual como abrumadora. Sus principales religiones son el hinduismo y el budismo, pues además al sur, en Lumbini, nació Siddharta Gautama o Buda.
Es una nación llena de bendiciones, que se representan a través de las banderas budistas que la cubren. Los caballos de viento y los darchor son banderines de colores que llevan mantras al viento cargados de protección y buen dharma. Están por todo lugar, desde los pueblos más pequeños hasta las montañas más altas. Son azules, verdes, amarillas, rojas y blancas, cada una con su símbolo y significado. Pintan un Nepal con alma y además muy fotogénico.
Todo aquí es un ritual. De hecho la Fiesta de las Luces, Deepawali o Tihar es un festival a la vida. Cinco días de lámparas, flores, luces y adoración a diferentes animales, como también ritos de purificación de su gente. Aquí lo esencial es el espíritu.
Es también el hogar de los sadhus u hombres santos de Nepal que son monjes hinduistas y nómadas que a través de la austeridad y renuncia de lo terrenal buscan la iluminación.
Por todo esto, Nepal es un sueño para los amantes de la meditación, como también un sueño para las almas exploradoras. La joya de Nepal son sus montañas, las que muchos buscan conquistar. Donde además nace la leyenda del Yeti, o monstruo de las nieves, que a muchos inquieta si existirá. Lo que a ciencia cierta, pero con fortuna, sí se puede encontrar son los yaks, danphes, zorros tibetanos, tigres de bengala y rinocerontes. Por todo esto la organización WWF lo denominó como, el país de las maravillas de Asia.
Nepal fue uno de los últimos reinos, la monarquía acabó en el 2008 y se convirtió en República Federal. Tiene dos banderas: la oficial que es la única bandera del mundo no rectangular. Y su plato nacional: el dal bhat, un arroz con lentejas acompañado de vegetales y especias, deliciosamente simple y que tiene la peculiaridad que puedes repetir la porción las veces que deseas. Larga vida al dal bhat.
Al entrar o salir de este país, hay una palabra poderosa y bellísima- que además la repiten todas las personas, en todo lugar-: namasté, significa: La luz divina en mi honra la luz divina en ti. Un mensaje que sin duda resume la esencia de Nepal.